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Episodio EMARSA. El saqueo del PP de una depuradora.

24 millones saqueados y 0 responsabilidades políticas

 

Al fin ha habido sentencia por el saqueo de EMARSA por parte del PP, casi cien años de cárcel para los condenados, la mayoría militantes y cargos del PP.

Es curioso, como una empresa que tenía como función depurar aguas residuales; acabó saqueada y ensuciada por la corrupción de los diversos dirigentes del PP que pasaron por allí. Lodos, fraude del IVAadjudicaciones irregulares, pagos de prostitutas que sabían rumano, comidas, regalos …

Este caso es uno de los más graves de los producidos en la Comunitat Valenciana, habría que ver como clasificarlo en el ranking de los casos de corrupción del PP; pero la realidad es que han sido   24 millones de fraude, que también hay que pedir que se devuelvan.

La corrupción del PP en EMARSA fue denunciada y llevada a los tribunales por socialistas, como Ramón MaríCarmen Martínez y Jorge Alarte; no siempre muy apoyados por los que decían que la corrupción no interesaba o que el PP seguía ganando por mayoría absoluta.

Frente a las denuncias, preguntas e intervenciones pidiendo explicaciones, el PP siempre hacía alarde de su prepotenciaamenazas y menosprecio a las normas de la democracia.

Al final la sentencia ha demostrado que hubo corrupción del PP en EMARSA, que se saqueó el dinero de los valencianos y que había un paralelismo entre  dirigentes del Partido Popular y directivos de la empresa. Por lo menos en el tiempo investigado por la justicia, que decidió limitar el espacio temporal de esa investigación desde la presidencia de Crespo.

Finalmente, una vez depuradas las responsabilidades judiciales, faltarían las políticas. 24 millones saqueados y 0 responsabilidades políticas.

 

La amenaza como instrumento

Pese al intento de la alcaldesa de Valencia por amedrentarme con acciones legales o penales al pedirle responsabilidades políticas en el caso EMARSA, seguiré exigiéndole que asuma su responsabilidad. Sus amenazas e intentos de callarme mediante la política del miedo no me afectan. Y si ella no defiende a los valencianos y valencianas que han sido saqueados, como ha demostrado, lo haremos los socialistas desde la oposición.

No nos engañemos, la política del miedo siempre ha estado ahí y ha sido el arma predilecta de la derecha. Consiste en intentar hacer callar a las voces discrepantes, a la gente que no piensa igual que ellos, a los que reclaman alternativas o a quienes directamente no aceptan ser sumisos de la injusticia social. La futura ley mordaza es el ejemplo perfecto para explicar en que consiste la política del miedo.

En Valencia plantearon implantar la prohibición de poder manifestarse en algunas plazas tras el impacto de los actos de las víctimas del metro. Por cierto, ningún dirigente del PP se ha dejado ver por tal humilde y justa causa. Si es cierto que, la alcaldesa Rita Barberá y el presidente Alberto Fabra, estuvieron de fiesta en un acto de su partido el mismo día que cumplió 8 años el trágico accidente, creo que hay poco que añadir.

Pero en Valencia, como en el resto de España, se olvidan de que su política del miedo cada vez tiene menos efecto, pues cada vez hay más gente que ya no tiene miedo a nada, pues poco o nada pueden perder ya. Casi 100.000 parados en Valencia han sufrido la pasividad del gobierno de Rita Barberá, la falta de oportunidades, los recortes, el endeudamiento y la subida de impuestos. Mientras, sus palabras se dirigen a la supervivencia política y a seguir en la senda del despilfarro. Nada nuevo.

Ante esta situación de presión y abandono de las prioridades de la ciudadanía, parece comprensible que plante cara ante la barbaridad que supone que los valencianos y valencianas paguen el saqueo de la depuradora de Pinedo de sus bolsillos. Creo, además, que parece razonable exigir responsabilidades políticas ante tal caso de corrupción o cualquier otro. No es cuestión de colores políticos, simplemente es lo mínimo que debería hacer cualquier cargo público que realmente se preocupe por su gente.